Al maestro de las tablas...

Al maestro de las tablas...
Antonin Artaud

lunes, 10 de mayo de 2010

La Rutina


Apenas surge el alba ingiero dos vasos con agua y una pastilla para la tensión arterial, preparo un tinto y mientras me siento al frente de la computadora a revisar los blogs de los cuales sigo, la sorpresa cuando veo letras que me plagian mi estado de ánimo así como hoy, ver que la mayoría de los blogs han escritos sobre la madre.

Escritos de diferentes formas y fondos con la misma intensión el tema de la madre: esa que nos dio el alumbramiento y nos guía de forma diferente, una son simplemente madres y otras ya no son simplemente madres son mamas.

Las mamas son esa que no esperan el segundo Domingo del mes de Mayo, para abrir sus brazos para abrazarnos y darnos un beso al recibirnos o despedirnos, como cuando nos quedamos dormidos y nos levanta, o se a pasa en vigilia cuando dormimos o estamos en la calle divirtiéndonos o simplemente trabajamos hasta horas de la madrugada.

Las mamas saben cuando negarnos el dinero, llamarnos la atención en circunstancias que no son claras, sugieren meterse oportunamente de actitudes que tomamos frente a una novia, como el mal cumplimiento de faltar a una reunión familiar que no tomamos en cuenta porque nuestra edad creemos que nos podemos comer el mundo y no es cierto.

Las mamas esa que sabe apartar los desplantes de nuestra parte y darnos su bendición, encomendarnos a Dios o las Vírgenes que adoran; las mamas es igual sin son tituladas o sin estudios. Hay una luz que le guía para estar en vigilia de nuestro sendero.

Pido disculpa por aquellos anhelan un abrazo, un Dios te bendiga, esa mujer que tejiendo se hace la loca para que no nos demos cuenta que vigila nuestro sueño o el largo tiempo de la madrugada en que estudiamos, su recompensa es estar presta al desayuno, al almuerzo, a la cena, como también nos enfermamos: es un amor incondicional que siempre está ahí, así tengamos la edad que sea.

Para las mamas, seguimos siendo esos bebes que nunca crecen y que siempre siguen en vigilia de acordarse de los platos o cosas que nos gustan para los instantes resaltantes; ella le gusta acostarse en la cama y que sus hijos alrrededor de su cuerpo compartiendo chistes o una mera conversación mientras a cada uno nos da su gota de amor en el momento indicado.

Gracias a Dios que tengo una mama que no espera el día de las madres para brindarme su amor.

1 comentario:

  1. Bellas palabras, mi estimado compañero de letras. Me pareció perfecta una apreciación distinta, sin dejar de ser totalmente acertada y llena de sentimiento, sobre el día que acaba de pasar en nuestras vidas.

    Mis felicitaciones y saludos desde Chile.

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