Al maestro de las tablas...

Al maestro de las tablas...
Antonin Artaud

miércoles, 17 de marzo de 2010

El Circulo II


Hoy me encuentro, en el Estado Mérida, en la temporada que comienza el frio y lo único es que tengo ser partícipe de un congreso que debo filmar, tener que escuchar la gente hablando de rinología, sus implicaciones y las nuevas tendencias, con sus nuevos avances para los especialistas; mientras me dedico a mis labores: de montaje y las conversaciones con las personas implicadas en el montaje y las personas pertenecientes al gremio médico; solo me llama la atención una serie de estudiantes sentados en fila india, así como la espera de ser invitados a su participación; bueno será una semana que tendré que aguantarme mi responsabilidad ante tal evento.

Ya he terminado de los que aceres, en horas de la tarde-noche, deprovisto de fuerzas y acompañantes como es normal en los eventos, me dispuse a ir hacia la posada, la cual me había hospedado, pensando en comer y retirarme a mi habitación; tomar un baño y tirarme en la cama y solo pensar en un nuevo día, que se apertura el evento; que extraño, cada día se me hace más corto el camino, ya estaba en el portal de la posada y una chica dándome la bienvenida y otra desde la recepción con plena sonrisa balbuceándome que solo esperaban por mí para la cena, eso me agradaba me sentía importante de tanta amabilidad y cortesía, que tiempo a tras tiempo debería sentirme normal, pero en cada viaje efectuado para Mérida, me alegraba de ese trato tan peculiar de los merideños; y en plena cena presentía como algo que no determinaba que era; cuando la chica de la recepción me pidió permiso y se sentó y me dijo: le puedo decir una cosa a la vez pedirle su ayuda; dígame en que le puedo ayudar; bueno como sabe usted, que estamos en temporada alta y por el congreso que usted es participe estamos muy congestionado, en toda la región, de visitante y por lo tanto nos vinieron una serie de estudiantes a participar en el evento, es posible que usted comparta su habitación con uno de esos estudiantes, claro usted puede negarse a mi petición y lo comparto; solo del grupo de estudiante me quedan dos personas sin colocar, uno es el primero de la cola y el otro es, el que está callado sentado, usted me dirá; caramba, como puedo negarme a su petición, pero le diré que escojo a la persona que esá sentada y en silencio; señor es usted como yo pensaba, de hecho voy hablar con el laboratorio que pago su estancia, para que solo pague por su estancia el 50% del costo y las comidas corren por cuenta de la posada; señorita discúlpeme pero no hable con el laboratorio, no hay razón para hacerlo ya que quien compartirá la habitación es un estudiante y hay que darle la oprtunidad de disfrutar de su congreso, pero si tenga presente, que si el estudiante tiene mal comportamiento sea cambiado, si claro como usted lo diga y muchísimas gracias, permiso. El joven fué presentado en la recepción, de hecho muy respetuoso, mientras mi mente no dejaba de pensar que incomodidad se presentaría, por haber aceptado al joven; el joven solo espero muy humilde que yo me pusiera cómodo para él tomar espacio brindado, cada quien sin mediar palabra alguna, tomo su cama por el cansancio y la premura del tiempo para estar presto a la inauguración del evento.

Al día siguiente me pare temprano y listo para ir a desayunar el chico ya estaba en el comedor degustando de un buen desayuno; acercándome al comedor, el joven se paro, dandome los buenos días y las gracias por haberle dado alojo, ya me habían puesto el desayuno; una vez, haber terminado el delicioso desayuno, me puse de pie para ir al evento viendo en el portal de la posada el grupo de estudiantes, que conversaban cada quien como habían pasado la noche, sí, se veían muy alegres, uno de ellos me abordo preguntándome si podian acompañarme para el evento; claro respondí; una vez que llegamos al evento se desvaneció las conversaciones y los cuentos muy pintorescos; cada quien en lo suyo; durante el día se hizo la presencia de los estudiantes con detalles hacia mi persona: eso me daba orguño, no sé porqué, no me había costado nada esa acción, que solo comprendí que es pasar por momentos de disfrutar algo y no tener alojamiento. Ya era la hora de la retirada, me quede solo y hice la acostumbrada rutina hacia la posada, el aagotamiento era menosque el primer día, al llegar al portal de la posada, la chica como siempre abordándome me recibió, con una taza que contenía un buen café bien caliente; me dirigí al salón de descanso con el pretexto de seguir saboreando mi café, cuando todos los estudiantes habían preparado una tertulia con canciones y brindes con vino de fresa; la tertulia noo la esperaba y menos que arrancara en el momento que llegara yo: la verdad no sabía qué hacer, por la sorpresa tan inesperada; entre el brinde, comidas, canciones y lecturas de poemas, llego la hora de la retirada cada quien a su habitación, solo en coro se oía las buenas noches, o hasta mañana. El joven estando en la habitación, dió rienda suelta a balbucear y compartir expresiones de su felicidad, mientras se quitaba una serie de ropas que me abrumaba, hasta que llego a quedarse con un solo short; jamás he visto un cuerpo tan flácido, que deslumbraba una virginidad, que no creía en esta época. Ya habían pasado varios días y antes del cierre del evento, l noche anterior el joven se diríge a mí: señor he venido diciéndole muchas cosas y la verdad es que no he tenido relaciones sexuales con ninguna chica, las relaciones sexuales y todos los cuentos, solo se reducen ha sueños que he tenido; las chicas las he conocido, como el resto de las personas; las conocí por internet; solo soy un chico de experiencias, del sueño y por internet, hoy me siento contento por permitirme primera vez, compartir con mis compañeros y con usted que ha sido la primera persona que me desnude frente a usted y que haya conocido mi verdadero cuerpo sin darme pena, como es primera vez que comparto una habitación, solo cuando hice este viaje, solo pensaba el compartir con los demás y cuál sería mí actitud, así le tomo la palabra, me desnude de cuerpo y alma, hasta lo más intimo de mi persona, gracias señor, por escucharme y darme a conocer, como soy realmente. Que baño de agua he recibido, no lo podía creer la desmesura de la intimidad, ser día a tras día el único portavoz de este viaje; un joven que me deslumbra con un cuerpo virgen, como su experiencias son vírgenes, sin roce en esta época, me sentia el cuerpo curtido: por el ambiente, como compartir la cama con muchas personas,como abrazarme con cualquiera que me cae bien. Ya hemos despertado muy temprano, cada quien con sus bolsos, ya era el último día del evento, todos felices intercambiando expresiones y las despedidas no se hacian esperar, pero no veía el joven con quien compartí la habitación y meno me atrevía preguntar por él; todo el día fue demasiado apresurado, entre despedidas y recoger el evento, llegado el mediodía, comencé el recorrido por el sendero hacia la posada, como siempre pensando, desdibujando cada paso y respirando esa ciudad que siempre me acoge en su morada, un viaje más, cuándo volveré?, solo esta pregunta me abordaba en el portal de la posada; la chica me esperaba para conducirme al comedor, almorcé una comida muy especial, era para que volviera otra vez; sentí una sombra era una persona muy estilizada, no la reconocí, era el joven con un vestir totalmente diferente y me dijo: o podía irme sin despedirme de usted, le digo que voy directo a mi casa y despojarme de todas las maletas, y salir como quien despierta del sueño, voy hacer efectiva una visita a una invitación que hace años me hizo un amigo por internet,, iré a su casa, sin el miedo que siempre sentí: porque la carne es débil, mas cuando uno es virgen de cuerpo y alma; bueno mijo le deseo mucha suerte que tenga un feliz viaje, pronto nos vemos; sí claro que si. a lo ejor también lo voy a visitar; gacias feliz viaje, me despedí, empero solo me quede pensando en el viaje y el egreso a casa. tome el avión, solo, me decidí dejar todo lo que acompañaba en mi casa y salir apresurado, de mi casa a la casa de una persona que lo había invitado a mi casa, para darle el regalo de cumpleaños; al llegar a mi casa un joven me aborda: señor vengo de visita usted tiene llave de la puerta; si claro, pero sin darme cuenta, cuando me percato era la persona que venia a buscar su regalo, solo dije: bien venido...!

1 comentario:

  1. De vuelta por acá... Buena la imagen gestaltica del post!!! ya me hacía falta leerte...

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