Al maestro de las tablas...

Al maestro de las tablas...
Antonin Artaud

domingo, 7 de marzo de 2010

El Circulo

Hoy me he levantado como cosa rara, tras el sonar del timbre de mi casa a esos de las tres de la madrugada; pensando que me había quedado dormido, por una hora, fui abrir la puerta sin ver el reloj, que siempre está colgado en la cocina; que siempre me percato de verlo, la cual no hice, abrí la puerta y me encontré una persona joven que estaba fumando como puta presa, solicitando ayuda: buenos días, disculpe usted me podría atender, necesito ayuda pero no económica, estaría usted disponible, es por la hora; bueno respondí pero háblame claro; si de acuerdo, lo que pasa que hoy me atreví ha solicitarle ayuda, ya que he escuchado que usted es una persona comprensible y me puede escuchar; claro mis disculpa por la hora que es, solo determine que es la hora precisa para que usted me pueda oír; bueno pasa adelante, puedes sentarse, eso sí, espere que ya lo atiendo; me dirigí al baño en un solo pensamiento: el porqué de la hora y el porqué de atender a ese joven que como vecino ni siquiera lo había saludado en ningún momento, empero, al regresar lo vi muy nervioso y le dige: dime lo que tu deseas pero antes deja el miedo y plantéame las cosas como son, yo soy una tumba y nadie puede enterarse de la conversación y menos yo dibulgarla, estamos claro.

Si señor; desde hace tres meses conocí a una persona por Internet, por el cual he establecido una amistad, sin límites, y nuestra conversaciones de cualquier índole no nos ha molestado, claro ambos somos hetereosexuales, pero si me ha gustado o no sé cómo decirlo , me ha llamado la atención su piel, como algunos aspectos de la conversación que hacemos a diario, pero anoche no quería hablar, había pasado muchas cosas en el día y la verdad, solo deseaba relajarme, me puse a ver televisión y me deje vencer por el sueño; comensé a soñar con ese amigo virtual, que su respiración sentía y su sudor era ácido; solo lo veía siempre ami lado hasta que me fuí excitando, hasta minutos antes, no sé, de despertarme me vi mojado por el frente de mi ropa interior y al despertarme, solo me atormentaba que ese fuese un solo sueño, que en la realidad no pasara en la vida real; jamás me ha gustado, ni siquiera darle la mano, ni abrazar un hombre y menos acostarme; lo que me asombra es que él y yo nos conectamos por Internet y nos saludamos, tomando el mando de la palabras, me dijo: tengo que contarle algo que paso anoche, pero meda pena, solo lo escribiré, yo aproveche de decirle lo mismo. Una vez recibido y enviado el correo de ambos, eran iguales con la diferencia; que él sintió que yo lo abrasaba por su espalda, y despertó con su ropa interior mojada completamente, y me decia que era la primera vez que le pasaba una cosa así en un sueño, y yo me quede perplejo que el cuento era como real.

Yo asumí, que lo contado por el jove era una broma, y solo le dije que podía buscar persona que supiera de la materia, ya que parecía el caso de una intriga sugestionada por los cuentos relatadosde ambos; y que el sueño me parecía siempre la relación de cosas que el subconsciente se deseaba; y mas, que el machismo era de tal grado, que solo era una máscara, para no reconocer la verdadera sensación que le gustara percibir; y el miedo a la opinión de las personas que balbuceaban a diario "ese se ha perdido", con el tono de desplante que es común en las personas que rechazan a un ser de conducta diferente, como a muchos les da ganas de devolver la comida, al ver personas de esa conducta diferente; en solo suspiro y muy profundo, el joven dice: señor, disculpeme yo soy una de esas personas que rechazan esa conducta de mi propio genero y m amigo también; siempre que llegamos a tocar el punto,como son esas personas solo nos quedamos cayados por un instante y cambiamos la conversación; digame: que dice usted de todo lo que he comentado.

Entre una taza de café, que me serví y prendí un cigarrillo; le dije: joven lo único que puede hacer es buscar una persona que lo ayude profesionalmente, en analizar ese tema y comprender mejor a las personas, el porqué no acepta usted y su amigo a personas con esas desviaciones, que no estamos acostumbrados a frecuentar y menos de aceptar su conducción ante la sociedad; dándole uana palmada en el hombro con la finalidad de desperdirlo, cuando el joven dice: señor usted me puede abrazar antes que usted abra la puerta, ya que debe haber personas allá fuera, que pueden comentar algo y no es conveniente; solo me reí y lo abrase, diciéndole, no creas, ten confianza, que entre nosotros solo hay de intimidad lo que me has comtado, vete tranquilo.

Al trancar la puerta, me dirigí a la cocina por un sorbo de café, con la preocupación de una historia que la actuación principal es la mente, cuando uno no busca nada, surge el sueño de realizar lo que uno desprecia o no quiere sentir; la mente que actúa a su previlegio, sin poderla dominar y el gesto del joven que lo abrazara, que según él no le gustaba el abrazo; todo el santo día entre cosas y otras cosas, en forma intermitente, me abordaba el porqué del abrazo y la imagen cuando era joven estuve buscando una persona profesional, que me ayudara con mis interrogantes; de que manera que paso el tiempo, que instante se dio la repuesta a mi intimidad, que deje de buscar a esa persona y que ahora soy yo el buscado...

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