Al maestro de las tablas...

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Antonin Artaud

sábado, 27 de febrero de 2010

El Vomito Del Sapo

Después de 12 años, sigo pensando, sigo creyendo estar preso en mi misma casa; embaucado en un pais que algunos dicen estar ahí, libres: porque puedo estar en una esquina balbuceando mi malestar de lo que se hace y no se hace; sigo pensando, sigo viviendo en un solo deterioro como persona que es abusado y despreciado en mi honor: donde se me adjetiva, se me tropieza por no limitar o estar inscrito en un partido político, en los cuales no creo, solo creo que todo lo que se trata de construir he irrespetando los valores humanos deja de ser tal.
Empero sigo pensando, como quién está cursando los últimos años de la secundaria; en apenas los primeros pasos por el socialismo marxista, cuando caminamos por varios autores de la teorías de un socialismo, nos embelesa por un futuro casi real y maravilloso, hasta el punto de estar en contra de los idealismos de las gandes potencias generalmente en guerra, tomándose como las que nos tienen bajo su yugo, que nos manipulan desde marcar nuestro destino hasta sumergirnos en su arte como la música que no es la nacional "el folklore", que tenemos que bailarlo, prrenderlo en nuestra piel sin poder ver hacia los lados y tratar de escuchar otras melodías con sus mensajes a lo no guerra, que nos insta a la paz, no de mi país sino del mundo.
Salí a un camino donde la puerta del teatro se abrió; en la mejor universidad, a la cual considero la mejor, sin haber terminado la secundaria; me embargo las lecturas de un mundo diferente en contra de lo precitado al párrafo anterior, donde me tope compañeros de liceo que ya se habian graduado y estaban en la universidad; actuando por un camino diferente, que la sociedad se imponía de una democracia que le daba estudios y que ya pensaban diferentes; sí, para el momento los critique severamente, como anti patriotas y autómatas de una sociedad; de mi parte que falta de respeto, al pensar someramente sin analizar la realidad de la sociedad.
Al salir de la secundaria, entre en la Universidad Central de Venezuela: en la que hoy me siento Orgulloso, la cual me prestó un pupitre en la Escuela de Letras, Orgulloso de prestar, mi silueta en los pasillos del sótano de la Aula Magna, que yasen desdibujados enlas paredes de dicho sótano, mientras pertenecía al Taller Experimental de Teatro; (que época dios mío), esa que me enseño con una bofetada una realidad de analizar cada instante; de llegar a comprender y entender el porqué del consumo de drogas en la Tierra de Nadie; como extraño a esos profesores, que a bofetadas nos dictaron las clases (que Dios los tenga en la gloria), y nos enseñaron como enfrentamos la lucha en la sociedad.
El Gran aprendizaje que me sirvió leer la convivencia colos militares de mi país: ya puedo decir: que sigo pensando, que sigo creyendo, que sigo preso en mi país, no hace falta estar entre las rejas, que les tengo miedo, por la bajeza de ser violado y destruido como piltrafa humana; empero por un régimen que se quiere impartir, que se quiere radicalizar entre nosotros: estoy preso en mi país; solo en mi cuarto escondido, tengo mi libertad de balbucear frente a una computadora, dejar libre mi pensamiento y la acción de mis manos teclear en silencio mis impresiones, como esos autores europeos, como latinoamericanos en el exilio.
Hoy me siento con ese desprecio, que nos trata ese régimen: con la misma bajeza que ser violado y destruido como la piltrafa humana; solo pienso en qué hacer para la generación del futuro no viva esta cárcel: dictadura en dictadura y un preámbulo de democracia; no los veo sumergidos en su habitación gritando libertad.
La verdad gracias por leer el vomito del sapo. Gracias por ahora: un hasta luego...

1 comentario:

  1. Nunca lo había pensado pero mi pseudónimo no es tan comercial... Quizá lo cambie o... pregunte cual me quedaría bien, te has fijado en el de "Dulce de cafe" es perfecto!!! Es simplemente el psudónimo que remite a ella, pero no estoy seguro de ese efecto en el mío.
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    En efecto Lic, estamos presos porque aquel que se crea libre es porque no ha volado lo suficiente para estrellarse; la utopía y el dogma, el fundamento de las religiones acompaña a la teoría Marxista y un profesor me dijo: "esa es la razón por la que el marxismo no desaparece: su calidad de utópico le hace morir y renacer". Lograste que me erizara cuando hablaste de la Ilustre UCV, por aquello de "que el reloj de Otaola acelere el pasar del tiempo y que cada hora con su campanear sean las más felices de mi vida…". Buen vómito.

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