Al maestro de las tablas...

Al maestro de las tablas...
Antonin Artaud

miércoles, 10 de febrero de 2010

La Sombra

Des pues de una larga existencia solo he de escribir, en la noche, por la carga que me acompaña y no me deja y quisiera despegarme de ella, no es la historia la que puedo contar al mismo tiempo, que estoy ahí, antes bailaba para un público de una clase de comunicación en la escuela de sociología; donde la música y el gesto, contaban la historia y mi cuerpo representaba ese gesto.

Me fascinaba para el entonces mi cuerpo que podía decir que estaba vivo y que por las venas solo recorría la música de ese entonces, pero no sabía que tenía ese acompañante que en blanco y negro, era ese espejo que contaba la historia del instante; los aplausos embargaban el idilio de la sala y de mi mismo; al sentarme en el baño donde me asaltaban las mejores historias también era mi confidente; pero detectaba que estaba una vez más acompañado.

Una vez en la sala saltaba una chica, al terminar la función o la clase, que me dio las pista y me describió mi acompañante en los espectáculos y el desdoblamiento de mi cuerpo: asidua ella de mis funciones, separaba mi andar diario y lo irradiaba en la sala de los espectáculos en blanco y negro como las cintas cinematográficas de la antigüedad; el balbucear de ella era interminable y sus ojos no dejaban de brillar con solo el hecho de describirme en el mundo de las tablas: solo me imaginaba lo aprendido en el teatro de Antonini artaud; empero, ella no terminaba por decir la palabra que esperaba, el nombre de mi acompañante, surge la despedida al montarme en mi vehículo solo, prendía el radio con un solo destino estar solo hacer volar a rienda suelta la imaginación, pero antes me regocijaba solo de mi éxito y la adoración de mi cuerpo y al pasar el túnel vegetal, me daba la intimidad del viaje eso que no podía compartir con mas nadie, lo intimo; al regreso de mi casa a penas horas del amanecer surgía la rigidez de la seriedad antes mis vecinos, que solo habrían una pestaña de la ventana para su comentario del día.

Otro día, ya era de noche cuando caminaba por la vereda en busca de mi carro tenía la sensación que alguien me seguía; surge ese miedo y al mismo tiempo la imaginación de lo común, me dio por voltear; no veía nada la vereda estaba sola, solo los faroles encendidos y al llegar frente a mi carro, me surgió una risa miedosa, ahí, estaba ella, la que me acompañaba, solo me reí mi cabeza giro sobre mi hombros, montándome al vehículo al viaje fortuito y ella acompañándome me sentía más que bien; pudiendo esa noche descifrar la incógnita que me abordo por mucho tiempo.

Desde este viaje, solo entendí el porqué el baile en blanco y negro y el viaje nocturno; era ella mi acompañante *La Sombra*, mi intimidad. Así deje de bailar y me puse a escribir las experiencias que ella ha sido testigo:

Acompáñame andar en el día

Acompáñame a estar ahí ante la vida

Acompáñame a escribir solo de mí

La sombra me acompaña eso me agrada

1 comentario:

  1. Invitación:

    Hola saludos, este mensaje está llegando a todos mis amigos blogueros:

    Mi amiga “Nadie en especial” bloguera de Dulce de café---> http://dulcedecafe.blogspot.com nos invita cordialmente a participar en una especie de dinámica, mediante la cual quienes deseen deben entregar a su correo dulcedecafe_di@hotmail.com el domingo como día tope un post titulado: “Requisitos para ser un ser humano”, el cual deberá contar con cinco (5) requisitos según nuestro estilo para escribir. El modelo a seguir puede conseguirse en http://dulcedecafe.blogspot.com/2009/10/entrada-21.html

    El resultado de nuestras apreciaciones será colocado en una entrada que publicará en su blog cuyo propósito es apreciar nuestros puntos de vista sobre un mismo tema.

    Sin más se despide Psileonardo. Ah y confirmen su participación de ser posible.

    ¡San Blog (Patrono de la blogosfera y de todos los blogueros del mundo) nos inspire!

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