A la vez solo creí

He despertado de un sueño que creí estar despierto en un día que vi la luz de un presente y solo me acompaño la soledad, soledad siempre presente hasta hoy;

Se presento en el umbral la noticia de no ver el sueño y solo escuchaba las sombras y palpaba el sonido de mi respirar cortado, y sintiendo muchas personas que veían y comentaban lo rustico de una imagen sin pronunciar el respirar cuando apenas me podía levantar en el ensueño;

Siempre buscando oír el canto de la noche y de un día feliz creo, buscando sentir el sudor que resplandece mi cuerpo de una silueta estática, silueta que ambula en un centro de mi esquina que solo el farol siente mi llanto pero no escucha el grito de salir de esa esquina;

El desdibujo de la silueta que no cambia no baila el sin sabor de estar saturado del moco cósmico del tiempo, sin practicar el discurso de el ensueño, ni el discurso de la despedida para contemplar el ensueño;

Una realidad que no es ante el embargo del moco cósmico, que el tiempo jura que no ha sido él quien recubre la existencia de estar, ni siquiera se hace palpar ante los errores de un grito que no se escucha;

Solo soñando en el ensueño, que solo me embarga la silueta de estar vivo, en una esquina que solo me cobija el farol del día donde no rio las demás siluetas, seres que no hay para decirte un adiós y menos estoy aquí: siluetas que vienen y no rosan mi silueta que no veo su canto y menos oigo su estar ahí;

Siluetas que adoran a un dios confiesan y juran un estar ahí, pero no sueñan en el ensueño de escuchar mi silueta de una gran movilidad es esa esquina donde el farol del día no da testigo al farol de la noche, porque deja de verse así mismo;

A la vez creí descargarme de la silueta, pero del moco cósmico queda perplejo a la piel donde ambulo y no me roza la rama sagrada que ayude a mi silueta creer que está ahí:

He recorrido un poco más, sin saber donde me encuentro, de noche o en el día, pero si se que! Ahí estas dando el abrigo sin llegar a la lujuria de plasmar la razón de estar ahí contigo;

Surge el mariposeo de estar en un espacio casi prestado e independiente de ambos que nos hace, el surgimiento a una nueva aurora, y , al cual no esperamos, seria yo lo discontinuo que rompe el espacio y el silencio de verme callado; rompería a través de la noche el canto en el umbral, al dirigir por mi mano la delicada silueta llena de mascara al no decir lo que realmente se canta;

Bien aventurado el silencio del cantar nocturno, que dispensa en abrir una puerta que sigue estando ahí, abierta si, en el ensueño del sueño, que despertare para que me acompañe una vez más;

Si, canta canta la noche al estar ahí, en la espera del cruce, resplandece en esa esquina, el roce de la silueta ante el resplandor que me guía a esa esquina, la cual no quería ver, el de parar de una vida posterior;

Posterior no a mi herencia, sino a la herencia de ambos, que no acepto en el ensueño de tu sueño, dame la luz de poder oírte sin que haya roce, en la esquina, si, esa esquina que no me deja solo, sol para caminar y no ambular sobre sí mismo, al estar de reposo, de tu elocuencia;

Donde la fecundación supera el roce de mi mismo, la muerte es lo que me lleva a cantarte en el tiempo mudo, que es mi cuerpo;